A la hora de estas expuestos al sol, solemos preocuparnos por la protección de la piel, pero dejamos en un segundo plano la protección de nuestros ojos, lo cual, resulta preocupante, pues la luz UV que proviene del sol, suponen una verdadera amenaza para la salud visual.
La constante exposición de la vista al sol puede provocar problemas a corto y mediano plazo, que van desde ojos rojos, dolor, quemaduras hasta patologías más serias como cataratas y pterigión.
A continuación, te describimos algunas de las enfermedades más frecuentes que pueden generarse por la falta de protección ante los rayos UV en todas sus variaciones.
Cataratas: las cataratas, son la principal causa de ceguera en el mundo. Se da cuando se produce un daño en el lente dentro del ojo, conocido como cristalino, afectando de manera progresiva la visión. Se inicia los síntomas incluyen visión borrosa, halos y deslumbramientos en la conducción nocturna. Esta enfermedad es reversible con cirugía.
Pterigión: es un crecimiento anormal de tejido sobre la córnea, que se inflama con facilidad ante la exposición al sol u otros agentes irritantes. Las personas quienes lo desarrollan suelen sentir la presencia de un cuerpo extraño en el ojo, sumado al enrojecimiento del mismo. Cuando este aumenta de tamaño puede dificultar la visión, por lo cual, la cirugía es el único tratamiento.
Pingüeculas:es una mancha o abultamiento de color amarillo en la conjuntiva, cerca de la córnea. Sus principales síntomas son: enrojecimiento de los ojos, sequedad ocular, problemas importantes de la visión, en los casos más graves, cuando el pterigium invade el eje visual. Es más frecuente en personas que reciben gran cantidad de radiación solar y puede aumentar de tamaño en un período de muchos años.
Fotoqueratitis: una sobreexposición intensa al sol puede resultar en una fotoqueratitis, la cual suele progresar de la siguiente forma:la capa epitelial se irrita y se afloja produciéndose una inflamación, la cual, deja como resultado un edema, congestión y punteado de la córnea. Las células epiteliales pueden morir y la agudeza visual puede verse comprometida.
Degeneración macular de la retina: Los rayos UV dañan la capa interior del ojo; por lo general el daño no se siente hasta que el paciente simplemente reporta baja visión. Lo lamentable es que no es irreversible.
Carnosidades en los ojos. Son un tipo de inflamación en el ojo que se hace gruesa progresivamente, convirtiéndose en carnosidades.
Cáncer de párpado: 80% de los cánceres de piel se dan la cara y el cuello, pero de estos uno de cada tres se dan en el párpado.
Retinopatía solar: esta enfermedad se desarrolla después de una exposición intensa y sin protección a la radiación UV.
Es importante recalcar que las enfermedades visuales causadas por los rayos UV son totalmente prevenibles si se actúa a tiempo, por ello, antes de que aparezcan o ante la mínima señal de problemas, debes acudir a un optómetra quien es el especialista de darte un diagnóstico y formas de prevención oportunas.