Es probable que hoy solo utilices protector solar para proteger tu piel contra los dañinos rayos ultravioletas, pero tus ojos también necesitan protección contra el sol.
El primer paso para proteger tu visión de estos rayos es llevar gafas de sol con protección UV. Debes tener presente que no todas las gafas funcionan, debes utilizar productos de calidad que impidan el paso de los rayos UV. Las gafas de sol etiquetadas con UV400 ofrecen la mejor protección, ya que bloquean incluso los rayos UV más pequeños. Si es posible, selecciona lentes grandes para proteger tanto tus ojos como sea posible.
Los lentes fotosensibles también son una buena opción ya que absorben los rayos UV-B y UV-A, ofreciendo el máximo de protección. De hecho, la radiación UV-A es lo que causa que el material fotosensible cambie de claro a oscuro.
Pero los lentes de sol no son la única alternativa con la que contamos para proteger nuestros ojos, ahora están disponibles en el mercado lentes oftálmicos (transparentes) con tecnología que permite bloquear los rayos UV hasta 400 nm, medida recomendada por los profesionales de la salud visual.
Recuerda que el 70% de los rayos UV que se reciben durante toda la vida, se absorben antes de los 18 años, por ello, resulta indispensable iniciar la protección desde temprana edad.
Por último, si incluyes dentro de tu dieta hojas verdes y frutas de colores, ricas en vitaminas y antioxidantes, podrás cuidar de forma más completa tu salud visual.
Si aún no estas protegiendo tu vista, es hora de visitar a un optómetra, un profesional de la salud visual altamente capacitado para brindarte la asesoría necesaria. Recuerda que la mejor forma de evitar enfermedades es la prevención.
Los niños también deben protegerse
Todas las personas deben proteger sus ojos de la radiación solar, pero con los niños debemos tener especial atención, ya que sus ojos no están completamente desarrollados y presentan una mayor vulnerabilidad a la exposición de los rayos ultravioleta.
El cristalino antes de los 10 años deja pasar el 75% de los rayos UV, la pupila, es mucho más dilatada por lo que ingresa con mayor facilidad la luz, y el fondo del ojo, que se va pigmentando durante el crecimiento actúa como pantalla protectora, es por ello, que también deberás consultar con tu optómetra el cuidado visual para los menores.