Los rayos UV forman parte de la energía que viene del sol, es decir, la intensidad de la radiación solar en la Tierra. El nombre ultravioleta está relacionado al rango de la longitud de onda que comienza detrás del espectro visible y que las personas observamos de color violeta. La radiación ultravioleta es la causante de quemaduras y otras lesiones en la piel y en la visión.
Tipos de rayos UV y sus efectos
Los rayos UV-A:son mayormente absorbidos por el cristalino del ojo. Investigadores aseguran que la exposición a ellos puede producir a largo plazo enfermedades como cataratas, daño en la retina, y degeneración de la mácula asociada con la edad. En el caso de la piel, causa envejecimiento y arrugas.
Los rayos UV-B:son responsables por quemaduras y cáncer en la piel, también causan fotoqueratitis, una quemadura dolorosa en los ojos.
Los rayos UV-C:esta es la radiación ultravioleta más dañina, pero es bloqueada por la atmósfera de la tierra.
La potencia de los rayos UV que llega al suelo depende de un número de factores, tales como:
Hora del día: los rayos UV son más potentes entre 10 a.m. y 4 p.m.
Temporada del año: los rayos UV son más potentes durante los meses de la primavera y el verano.
Altitud: más rayos UV llegan al suelo en elevaciones más altas.
Formación nubosa: el efecto de las nubes puede variar, ya que a veces la formación nubosa bloquea a algunos rayos UV del sol y reduce la exposición a rayos UV, mientras que algunos tipos de nubes pueden reflejar los rayos UV y pueden aumentar la exposición a los rayos UV. Lo que es importante saber es que los rayos UV pueden atravesar las nubes, incluso en un día nublado.
Reflejo de las superficies: los rayos UV pueden rebotar en superficies como el agua, la arena, la nieve, el pavimento, o la hierba, lo que lleva a un aumento en la exposición a los rayos UV.
La protección siempre debe ser parte fundamental de tu rutina diaria. Utilizar sombreros y gafas de sol con protección UV, reducen hasta en un 90% la incidencia de la radiación sobre los ojos, sin embargo, recuerda que no todos los anteojos, especialmente los que adquieres en la calle, son capaces de proteger tu visión, por ello, es importante que visites a un optómetra de confianza quien te brindará los productos de la mejor calidad. La mejor manera de evitar enfermedades es la prevención.